Este evento astronómico se produce cuando nuestro planeta se interpone directamente entre el Sol y la Luna, proyectando su sombra sobre el satélite natural.
A diferencia de los eclipses solares, que solo pueden observarse desde áreas muy específicas durante unos pocos minutos, los eclipses lunares son visibles desde toda la mitad nocturna del planeta y se extienden durante varias horas.
La característica coloración rojiza que adquiere la Luna durante el eclipse total se debe a un fenómeno físico fascinante. Aunque la Luna queda sumergida en la sombra terrestre, no permanece completamente oscura. La atmósfera de nuestro planeta actúa como un filtro natural que desvía y dispersa la luz solar. Los componentes azules y verdes de la luz blanca se dispersan más fácilmente, mientras que la luz roja, al tener una longitud de onda mayor, logra atravesar la atmósfera y alcanzar la superficie lunar, otorgándole esa tonalidad rojiza tan característica.
El eclipse será visible desde gran parte de España, comenzando el domingo 7 de septiembre. La fase penumbral dará inicio a las 17:29 horas, seguida por la fase parcial a las 18:27, cuando comenzarán a apreciarse los primeros tonos rojizos. El momento culminante llegará a las 20:11 horas, cuando toda la superficie lunar exhiba su color rojo más intenso.
Una de las características más destacables de este eclipse será su extraordinaria duración. La fase total se prolongará durante 82 minutos, convirtiéndolo en uno de los más largos en décadas. Esta extensión temporal proporcionará a los observadores una oportunidad excepcional para contemplar y fotografiar el fenómeno con tranquilidad.
La visibilidad del eclipse variará según la ubicación geográfica dentro del territorio español. Las regiones orientales, especialmente Cataluña y las Islas Baleares, tendrán la oportunidad de presenciar el evento completo desde su inicio. El resto de la península, junto con Ceuta y Melilla, podrá observar la segunda parte del eclipse total, cuando la Luna ya aparezca eclipsada. Las zonas más occidentales de Galicia y las Islas Canarias solo podrán contemplar la fase parcial del eclipse, debido a que la Luna saldrá por el horizonte justo después de finalizar la totalidad.
Para la observación del eclipse no se requiere ningún equipamiento especial de protección, a diferencia de lo que ocurre con los eclipses solares. El fenómeno puede contemplarse perfectamente a simple vista sin riesgo alguno. No obstante, el uso de prismáticos o un pequeño telescopio permitirá apreciar con mayor detalle los matices de color y las características de la superficie lunar durante el eclipse. Las mejores condiciones de observación se obtendrán desde ubicaciones alejadas de la contaminación lumínica urbana, en entornos oscuros que permitan una visión más nítida del cielo nocturno.
Conviene recordar que la Luna saldrá por el este, y para obtener las mejores condiciones de observación, es fundamental encontrar un lugar con una vista panorámica y completamente despejado hacia el este-sureste (azimut entre 97° y 121°).
Por tanto, los observadores deberán orientarse hacia el este-sureste para ver aparecer la Luna ya eclipsada por el horizonte. Al elegir un punto de observación es importante evitar obstáculos como montañas o edificios que puedan ocultarla en las primeras fases del evento.
Este eclipse lunar de septiembre se enmarca dentro de la tradición astronómica que denomina a la luna llena de este mes como Luna de Maíz o Luna de Cosecha, en referencia al período tradicional de recolección en el hemisferio norte. La coincidencia de este eclipse con dicha fase lunar añade un elemento cultural adicional a la observación del fenómeno.
